martes, 28 de diciembre de 2010

El niño y el cachorrito

 El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:
"Cachorritos en venta"

Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños y prontó apareció en la tienda un niño, Nicolás, que preguntó:
- ¿Cuál es el precio de los perritos?
-El dueño contestó: Entre 50 y 70 euros
El niño metió la mano en su bolsillo y sacó unas monedas: -Sólo tengo 2,50euros..¿puedo verlos?
El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra seguida por cinco cachorros. Uno de los perritos no podía seguir a los demás.
Nicolás inmediatamente señaló al cachorro rezagado que cojeaba
-¿Qué le pasa a ese perrito?-preguntó.
El hombre le explicó que nació con una cadera defectuosa y que siempre cojearía.
El pequeño se emocionó y exclamó:
-¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!
Y el hombre replicó:
-"No si tu realmente lo quieres, yo te lo regalo"
El pequeño se disgustó y mirando a los ojos del hombre, le dijó:
- No, yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los demás y yo le pagaré el precio completo.
-El hombre le contestó: No deberías comprarlo. Él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos.
Entonces Nicolás se agachó y levantó su pantalón para mostrar su pierna izquierda, inutilizada, soportada por un gran aparato de metal.
Miró de nuevo al hombre y dijó: -Bueno, yo tampoco puedo correr y el perrito necesita a alguien quien lo entienda.
Los ojos del hombre se llenaron de lágrimas. Sonrió y le dijó a Nicolás: -¡Hijo, solo esperó que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú!
El niño contentó cogió al cachorrito y antes de salir de la tienda le dijó al hombre:
- En la vida no importa quien eres, sino que alguien te aprecie por lo que eres, que te acepte y que te ame incondicionalmente.

Un dictado distinto

Un día Irune pidió que dos personas voluntarias salieran para dictarnos lo que veían en la hoja y ver si éramos buenos receptores sin preguntar nada. Resultó un dictado sobre figuras geométricas y sin utilizar gestos, nosotros teníamos que poder dibujarlo. Al principio parecía una tarea fácil pero no fue así. Todos nos poníamos muy nerviosos, gritábamos y estábamos frustrados por no comprender lo que querían dictarnos nuestras compañeras. Y así el canal se rompía muchas veces. Desde mi punto de vista se explicaron lo mejor que pudieron y para unos fue una tarea fácil y para los demás una tarea difícil.


Esta tarea la tuvimos que hacer en casa, pero ahora como emisores.  Se la hice a mi novio y pensé que no me entendería nada cuando le estuviese dictando. Al principio nos costó a los dos, por mi parte como emisora, porque me cuesta muchas veces expresarme bien y estaba un poco alterada, y por otra, a mi novio, porque muchas veces no entendía lo que le quería dictar y se ponía nervioso. Por otro lado también se rompía el canal, entre los chillidos de mi madre, el ruido de la calle, etc. Pero al final, poco a poco me comprendió bien y yo lo intenté hacerlo lo mejor que pude.

En definitiva,para tener una buena comunicación con los demás, el emisor debe explicarse muy bien, el receptor debe tener una capacidad  de escuchar al emisor  haciendo un verdadero esfuerzo por entenderle, el mensaje deber ser claro y coherente y debemos procurar que el canal se rompa pocas veces.

lunes, 13 de diciembre de 2010

La evolución del armario

El autor, en este texto, juega con metáforas como es en el caso del armario con la escuela.
Nos informa de como la escuela ha ido evolucionando desde tiempos anteriores hasta los modernos.
En mi opinión la evolución de la escuela tiene sus pros y sus contras.
En tiempos anteriores había más disciplina, más respeto de los alumnos hacia los profesores, ya que en las escuelas había autoridad y todo era serio. Y esto es una cosa que me parece desfavorable porque no había libertad ni derecho para los alumnos a participar y gestionar las decisiones que afectaban a sus futuros. Desde mi punto de vista nadie es mejor que otro, todos somos iguales, todos debemos tener derecho, libertad e igualdad a expresarnos, sin ser castigados o tener consecuencias negativas como era en tiempos anteriores.
Pero pasando el tiempo estos métodos de enseñanza cambiaron.
El primer cambio del negro al blanco parece acertado porque los alumnos ven la escuela de otra manera, con más ganas de acudir a ella, sabiendo que no van a ser castigados, ni pegados por los profesores y que tendrán su propia libertad para expresarse y opinar, pero ahora hay menos respeto hacia los profesores debido a que en estos tiempos hay muy poco respeto hacia las personas mayores, es la juventud ahora la que está “encima” del profesor.
Un punto que me llamo la atención fue “el maestro amigo”: un profesor puede ser amigo de su alumno, pero a la hora de calificar tiene que olvidarse de esa relación de amistad, porque si el alumno va mal en sus estudios el profesor no debería aprobarlo por ser solo amigos, ya que perjudicaría su futuro.
Otro de los cambios fue cambiar los contenidos y los métodos. Puede parecer un cambio positivo para ciertas personas pero para otras no, ya que cuando en la escuela dan un tema que no interesa el alumno se aburre y no muestra su interés.
Por lo tanto, la escuela no es un lugar para llevar el descontrol, para la fiesta o para hacer lo que en ella se quiera, es un sitio para aprender y llegar a ser alguien.
A la pregunta primera yo diría que la escuela es la primera cosa más importante para aprender desde que somos pequeños. Debe estar siempre ahí, pero su evolución puede llegar incluso a ser mejor más que ahora porque queda mucho que cambiar, debido a que el mundo y el hombre están continuamente cambiando y educándose.
Y para mí, lo esencial sería el respeto, por parte de los alumnos hacia los profesores, y al revés.
En un futuro yo, como maestra me gustaría que mis clases fuesen atractivas, que mis alumnos vinieran con mucha ilusión para pasarlo muy bien y que todos disfrutemos del tiempo en la escuela y, sobre todo, que aprendiésemos con sus debidas pautas y un orden establecido.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Muchas pequeñas derrotas conducen a la gran victoria

Muchas de las cosas que queremos conseguir en esta vida, nos resultan a veces demasiado difíciles. Siempre queremos conseguir las cosas que deseamos, pero otras, en cambio, no nos esforzamos por lograrlas.
Nada en la vida se consigue sin nuestro esfuerzo. Por eso, nunca debemos rendirnos o darlo todo por perdido y sobre todo nunca tirar la toalla por mucho que cueste conseguirlo.
  

 En este video, The Potter (el alfarero), podemos ver que el lenguaje verbal no es necesario, que también sólo se puede utilizar el lenguaje no verbal a través de signos.

Este video nos enseña como un niño, que es el aprendiz, intenta hacer un jarrón con la arcilla y su maestro, el alfarero, está ahí con él para apoyarle. Al niño le cuesta mucho conseguirlo pero nunca se rinde, hasta que por fin lo consigue y ve en su estantería todo el esfuerzo que tuvo que realizar para conseguir lo que se propuso.

Esto me hace recordar mi infancia cuando mis tíos me regalaron mi primera bici. Recuerdo que me puse muy contenta al verla y quería montarme ya, pero nada más montarme me caí. Pensé que sería muy fácil manejarla pero me equivoque. Me puse a llorar porque veía que no sabía montar en bici como los demás niños y quería tirarla. Pero mi tío me dijo que me iba a enseñar y que estaríamos aprendiendo hasta que supiese ir sola con la bici sin sujetarme a nada. Y estuvimos varias semanas hasta que un día por fin, me soltó de su mano y  fui sola con mi bici. ¡Que contenta me puse!